Consejos para ahorrar en aire acondicionado

Cuando el termómetro supera los treinta grados y ni tan siquiera la sombra se transforma en un alivio, comienzan los éxodos masivos para buscar cobijo en el fresco de la montaña o bien la brisa del mar. ¿Qué hacer si no nos podemos ir de vacaciones o bien si la temperatura en casa es inaguantable? Quienes opten por instalarse bajo el aire acondicionado, deben tener precaución si no desean ver sus bolsillos machacados por la factura eléctrica. Escoger el dispositivo conveniente y mudar levemente nuestros hábitos, entre otras muchas cosas, pueden asistirnos a subsistir a los meses más cálidos sin declararnos en ruina.

 Escoge el equipo más conveniente

Adquirir el equipo más potente o bien el más económico no se traduce siempre y en toda circunstancia en la mejor elección. Una de las claves para lograr un consumo inteligente es poner atención en la etiqueta energética del dispositivo, en tanto que “hay aparatos que consumen hasta un sesenta por ciento más de electricidad para exactamente el mismo nivel de prestación”, notifica el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Exactamente la misma UE, para batallar contra los efectos del impacto medioambiental, ha elaborado 2 directivas que establecen un nuevo etiquetado y fijan unos requisitos mínimos de eficacia energética para los acondicionadores de aire con potencia nominal igual o bien inferior a los doce kW. “No hay que verlo como un gasto, sino más bien como una inversión, por el hecho de que es un dinero que se amortiza con el tiempo”, asegura Victor Zarza, ingeniero técnico industrial especialista en climatización. “El consumo de aire acondicionado representa una partida esencial a lo largo de los meses de verano, y es recomendable instalar equipos eficaces que puedan reducir la factura eléctrica a lo largo de quince o bien veinte años, el tiempo que puede perdurar un aparato en dependencia de la marca y el uso”, agrega.

Juan José Quixano, presidente de Atecyr (Asociación Técnica De España de Climatización y Refrigeración), explica que el equipo menos eficaz del mercado consumirá, más o menos, el doble respecto al más eficaz. Por otra parte, no es exactamente lo mismo refrigerar un entorno pequeño que un espacio extenso. “Los metros cuadrados, no obstante, no son el único indicador para seleccionar la potencia. Depende mucho de la climatología del sitio, la orientación de la residencia, su grado de aislamiento y el género de acristalado”, cuenta Quixano. “Lo importante”, agrega Zarza, “es que se haga un buen estudio de la carga térmica del hogar. Hay que ponerse en mano de profesionales tanto para el diseño para la instalación”.

Asimismo resultará útil preguntar los comparadores —como el de la Organización de Usuarios y Usuarios (OCU)— y descubrir si nos podemos favorecer del Plan Renove, subvención autonómica que promueve la renovación de viejos equipos por aparatos nuevos y más eficaces. Además, el equipo debería tener una bomba de condensación que ayude al drenaje del agua generada.

Cuidado con la temperatura

Un fallo que acostumbramos a cometer es poner el aire acondicionado a una temperatura más baja de la deseada, con el propósito de enfriar más veloz la estancia. Así, lo único que lograremos que suba más veloz el costo de la factura: cada grado menos implica un consumo auxiliar del ocho por ciento , conforme IDAE. 

“El equipo trabaja a su máximo desempeño hasta llegar a la temperatura deseada, y no tarda un tiempo excesivo en alcanzarla”, asegura Quixano. Conforme con el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), la temperatura más conveniente en los hogares a lo largo del verano se ubica entre los veintidos y los veinticinco grados, con un nivel de humedad que oscile entre el cuarenta y cinco por ciento y el sesenta por ciento ; en invierno se aconseja que se rebaje entre veintiuno y veintitres y que la humedad esté entre el cuarenta por ciento y el cincuenta por ciento . Por otra parte, se recomienda que la diferencia entre la temperatura externa y la interior jamás supere los doce grados, por el choque térmico que podría provocar el pasar de un entorno a otro.

No vale cualquier localización

“Para que el termostato refleje apropiadamente la temperatura, no hay que ponerlo en zonas con corrientes, por servirnos de un ejemplo en cercanía de una puerta, ni cerca de fuentes de calor, como pueden ser lámparas incandescentes, un horno o bien un televisor”, aconseja Zarza. “Esto deformaría la medición”, añade.

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“También los aparatos externos deben estar apartados de la radiación solar directa, por el hecho de que esta puede empeorar su desempeño o bien ocasionar que el equipo se apague. Por otra parte, hay que ponerlos donde haya suficiente espacio a fin de que circule el aire, en tanto que precisan ventilación”, explica Quixano. Hay que estimar asimismo que una sola máquina no va a ser, muy seguramente, capaz de enfriar todas y cada una de las habitaciones de nuestro hogar. “Tener uno o bien más aparatos depende mucho de la conformación de la vivienda: si, por servirnos de un ejemplo, el salón tiene orientación sur y la habitación norte, contar con más de un equipo va a aumentar el confort y dejará tener un mejor control de la temperatura. Mas el consumo va a depender del empleo que se haga de ellos”, remacha el presidente de Atecyr. 

Emplea el aparato de forma eficaz

Si bien sostengamos el aire acondicionado encendido a lo largo de todo el día, podemos reducir su consumo con unas fáciles prácticas. Primeramente, debemos cerrar las puertas y las ventanas cuando decidamos ponerlo en funcionamiento, para eludir que el frío se disperse y se vaya por los corredores o bien a las habitaciones que usamos menos. Además, vamos a impedir que la brisa que desprende nuestro aparato entre en contacto con la corriente muy caliente del exterior.

Seguidamente, hay que dedicar algo de tiempo a la limpieza del equipo. Zarza recomienda adecentar los filtros split —de pared— dos veces por temporada. “Solo hay que levantar la tapa, quitarlos y limpiarlos”, apunta. Se pueden aspirar o bien lavar con agua. Para los filtros de conducto, la labor es algo más difícil, puesto que en general están puestos en el falso techo. En un caso así, con eliminar la suciedad solo una vez por temporada va a ser suficiente, apunta el ingeniero, quien recuerda que los manuales que vienen con las máquinas dan instrucciones sobre como desmontarlos y limpiarlos.

Asimismo hay que estar pendiente del funcionamiento del aparato: si el aire que desprende no sale tan frío como cuando lo instalamos, es posible que haya inconvenientes con el fluido refrigerante. “En este caso va a haber que llamar un técnico a fin de que revise el funcionamiento del equipo y restituya la carga correcta”, sostiene Zarza.

Busca otros aliados contra el calor

Los aparatos de aire acondicionado no son el único antídoto al calor. Hay otras formas, complementarias y más asequibles, para reducir la temperatura interna de nuestro hogar. Por poner un ejemplo, ventilar en las horas más frescas del día. Otros aliados, especialmente si nuestra residencia está expuesta al sol, van a ser los toldos, las persianas y las pérgolas. Aunque sin duda, el mejor es este aparato de aire acondicionado de mínimo consumo, verás como con ese no tienes problemas energéticos.

Va a haber asimismo que procurar emplear los electrodomésticos que generan calor —como horno o bien plancha— en las horas menos cálidas del día, y intentar alternar el empleo del acondicionamiento con ventiladores, que son más económicos, tanto de techo como de pared. Conforme con Iberdrola, estas fáciles prácticas nos pueden hacer ahorrar hasta un treinta por ciento en el consumo de aire acondicionado.