Las
emociones son una parte de primera importancia en nuestra vida. Son el
desenlace de de qué forma decidimos sentirnos. Y asimismo son los indicadores
del nivel de nuestra energía. Si nos sentimos mal, probablemente nuestra
energía está baja, y no estamos trabajando en un modo eficaz nuestra vitalidad.
Si nos sentimos bien, cualquier cosa es posible, y no nos cuesta trabajo
realizarla; nuestra energía está en un nivel alto.
El
objetivo de la meditación es prosperar nuestra propia conciencia y en
consecuencia nuestra vida diaria. Donde semeja algo de locos como muy
frecuentemente me han dicho, la meditación es de personas racionales y
preocupadas por sí mismas, es algo recomendable para todas y cada una las
personas y edades.
El sentimiento que acompaña a un pensamiento
es lo que lo graba más firmemente en el subconsciente. El Profesor J., que
nunca empleó palabras innecesarias, lo expresó muy bien al decir: “Lo que de la
boca sale, del corazón procede”. Y esto nos da la clave inequívoca. Toda vez
que te encuentres diciendo una oración negativa, sabrás qué clase de término
errado cuentas con arraigado en el subconsciente y a qué clase de sentimiento
obedece: miedo, desamor, etcétera Atájalo, niégalo, bórralo, y asevera la
Verdad, si no quieres seguir adelante manifestándolo en tu exterior. Al poco
tiempo de esta práctica, notarás que tu charlar es otro; que tu modo de meditar
es otro; tú y tu vida se estarán transformando por la renovación de tu mente.
Cuando estés reunido con otras personas, te darás cuenta de la clase de
conceptos que poseen y lo comprobarás en todo lo que les ocurre. Siempre y en
todo momento que escuches conversaciones negativas, no afirmes nada de lo que
expresen. Piensa: NO LO ACEPTO NI PARA MÍ, NI PARA absolutamente nadie.